Muchas veces cuando me alguien me presta su equipo para que lo repare u optimice cuando se lo devuelvo, la mayoría de las ocasiones me pregunta: y ¿Metísteme el «WinRar»?.
Y es que una herramienta de compresión de archivos es casi tan indispensable hoy en día en un ordenador, como el navegador de internet. Bien lo sabe Microsoft, que incluyó en sus sistemas operativos la opción de comprimir/descomprimir las carpetas en ZIP, metiendo de esta manera una sucia puñalada al Winzip, que nos venía acompañando desde los tiempos del Windows 95 (en el siglo pasado!!!).
Hoy en día casi nadie usa ya el Winzip (algún nostálgico habrá) en parte por la jugada de los «chichos» de Redmond, y en parte por que el Winrar supo aunar en su herramienta la compatibilidad con un montón de formatos despejando dolores de cabeza a los usuarios y haciéndose un hueco en el conjunto de programas inprescindibles los equipos.
El Winrar es una buena herramienta sí, pero tiene un defectillo: es software propietario, y para usarlo legalmente necesitas pagar una licencia.
Todos miramos el bolsillo, y mis amigos también. Es por esto, que retomando la pregunta que me hacen, jamás instalo el Winrar… hace años que utilizo el 7-Zip, un programa «open source» con las mismas funcionalidades del Winrar: integración en el menú contextual, compatible con un montón de formatos de compresión…
Tanto si disponéis de una licencia de Winrar como si no y tenéis que estar cerrando avisos de registro cada poco, os aconsejo que le déis una oportunidad al 7-Zip y veréis que no tiene nada que envidiar a sus homólogos de pago.
«Le voy a dar una oportunidad al 7-Zip descargándolo desde aquí»